Lo que sigue: reactivación, desempleo, insolvencia, zombies en el Perú

Para algunas castas gobernantes, ver que se equivocan es inadmisible, creen que eso mina su autoridad, en realidad lo que hace es reducir la velocidad del inevitable descrédito y evidencia de su incompetencia, con la cuarentena, ahora laxa, morirán los que tienen que morir, redujeron la velocidad por +100 días, ahora se revelará con fuerza la amplitud del contagio y sus consecuencias de corto, mediano y largo plazo derivadas de una errónea toma de decisiones. 

La "reapertura" de la actividad económica de lo que queda de pymes, autoempleo, comercio y producción informal -los grandes conglomerados no están afectados en lo más mínimo- se dará con fuerza para recuperar lo que dejaron de producir y vender, los clientes, las relaciones con  proveedores, pago de deudas, créditos, etc. pero sin el apoyo financiero necesario, pegarán un frenazo, del otro lado, la reacción de la demanda será mixta y depende de cuan maltrechos estén los presupuestos familiares, pero se dará una reactivación lenta, si y eventualmente se recuperará la demanda agregada.

Lo acumulado por pagar es el problema, no existe la capacidad de cancelar deudas acumuladas, adquirir insumos y generar la oferta "sanitarizada" de bienes y servicios en la mayoría de las unidades de producción cerradas por +100 días, muchas no volverán a abrir sus puertas o se quedarán en el rubro al que se cambiaron, principalmente comercialización de alimentos, si, se ve como una oportunidad para nuevos agentes económicos "emprendedores" en los sectores abandonados, luce bien,  los que no vuelven a ver sus puestos de trabajo, si van a tener un problema de empleo ya estructural no coyuntural, empresa que cierra, empresa que no abre, dice una conseja popular y mercado que se deja difícilmente se recupera,  desde siempre.

El financiamiento gubernamental a las unidades de producción, ofrecido en variopintos programas de apoyo a través de Produce, Comercio Exterior, Cofide, etc, se enfocó equivocadamente y se operó peor -desde la óptica de la lógica económica- fueron otorgados a los de siempre, empresas zombies en permanente caza de oportunidades de emisión, contratación de deudas y obligaciones para mantener a flote sus pesados armatostes corporativos, obtienen así, los fondos para seguir subsistiendo ya que no logran ser rentables por la vía de la eficiencia y competitividad en la producción, con estructuras enormes y costosas -burocracias privadas, muchas familiares, practican el crony capitalism - sustraen así fondos que pueden ser otorgados a empresas mucho más eficientes y productivas que no pertenecen a las mafias y oligarquías corporativas. 

Sostiene así el régimen a las oligarquías y se les niega el apoyo a las pymes, no se recupera el empleo a la velocidad requerida por la población desempleada, tampoco los bienes y servicios y esta escasez intertemporal deriva en incrementos de precios por la lentitud de la oferta, se activan los centros comerciales de las "retail" foráneas con productos importados y se restringe el acceso a los mercados donde también se comercializa la producción local.    

Que hacer?
Los economistas somos reacios a dar recetas, se generan expectativas y muchas veces se dan profecías autocumplidas: por ejemplo si estimas que el tipo de cambio se apreciará, efectivamente, gracias al corre la voz, la gente compra dólares y el tipo de cambio efectivamente sube... pero también sería inconsecuente no dar a conocer lo que uno estima que puede pasar...

Así las cosas, tenemos:
El Estado es garante al 98% ¡?¡ de los fondos transferidos a las empresas, la mayoría zombies de grupos económicos que gobiernan al gobierno y la economía.
Muchas liquidaron personal de manera "perfecta" esto es sin costos laborales y sin compromiso de  re contratación..
En la cartera de los bancos los créditos de personas, pymes son un mal menor, la cartera corporativa es otra cosa, las tarjetas de crédito tienen elevado riesgo, aquí la preocupación no es la falta de pago, las provisiones o la colateralización, no, es la transferencia de costos a su cartera global, esto es la corporativa.

La red informal de producción, comercialización y distribución, que es la más barata e importante del país, altamente atomizada, distribuida en todo el territorio, flexible con costos mínimos y altamente empleadora aún no tiene luz verde para reiniciar sus labores.

El desempleo real y proyectado es atemorizante, la "apertura" da pie a la búsqueda de cualquier tipo de trabajo -a todo riesgo- se abarata el salario y se aumenta la jornada, el empleo es básicamente informal.

El aumento de la deuda pública y sus compromisos de pago, la liquidación de reservas, añaden presión a las finanzas públicas.

La incompetencia y la  corrupción revelada de manera fehaciente en estos +100 días impiden el impacto potencialmente positivo de la ejecución presupuestaria y la que se ejecuta esta amañada, no hay capacidad profesional y probidad suficiente en la administración pública, este es uno de los frenos más importante a un programa coherente de apoyo a la recuperación de la actividad económica.

Esta incompetencia impide proponer soluciones coherentes y viables para el transporte público, los mercados, educación, servicios médicos normales, actividad de agencias del Estado, etc., profundizando la desorientación del ciudadano y el ajuste a  una normalidad aséptica si consideramos que la contaminación llegó para quedarse.

Hay algunas cosas que podría hacer el régimen...si se anima:
Colegiar la toma de decisiones gubernamentales, con gremios, especialistas, instituciones privadas y multilaterales de tal forma que sean coherentes, viables y tengan legitimidad.

Eliminar el financiamiento de zombies y dirigirlo a pymes, personas y emprendedores.

Someter a subasta pública abierta los contratos del Estado para suministros, obras y servicios de tal forma que puedan competir todas las empresas y consorcios interesados y capacitados.

Estructuralmente debería pensarse en una mayor atomización y regionalización bancaria.

Liberar de sus cadenas al Banco de la Nación y ponerlo a competir con la banca tradicional y conservadora.

Profundizar la regionalización gubernamental en todas las áreas incluyendo la fiscal e impositiva.

Sanear las finanzas públicas, reduciendo el gasto fiscal privilegiando la inversión en infraestructura y servicios.

Es solo el principio  ...